Respeto, trabajo, esfuerzo y simpleza son los valores que nos rodean y mantenemos desde hace más de 65 años.

La historia comenzó en 1955 cuando nuestro abuelo Manuel Rodríguez Lareiro, junto a su mujer Francisca, invirtió en su primera finca en Mendoza. La llamó “Finca Algarve” en recuerdo de su tierra natal en el sur de Portugal desde donde emigró en 1920. Luego incorporó mayor superficie con la compra de fincas colindantes y hoy son 100 hectáreas de viñedos de producción de uvas viníferas de alta calidad.

Él nos enseñó y nos transmitió la importancia de la familia y la unión. Así, la bodega creció a lo largo de los años con cada una de las generaciones.

Nuestra mamá, la impulsora, motor y corazón del proyecto, heredó la pasión de su padre y nos marcó el camino para continuarlo.

Como tercera generación de productores tenemos como filosofía, el respeto y disfrute del vino. Esta bebida noble nos invita a deleitarnos, no solo desde lo enológico, sino también desde lo social; es una excusa de encuentro con la familia y los amigos. Es justamente ahí donde nos conectamos con los “Cinco Sentidos”. Olfato, gusto, oído, tacto y vista nos identifican y conservan las bases de nuestra bodega.

En la Actualidad

Hoy, enfocados en la innovación decidimos dar un nuevo paso con la elaboración de vinos premium de exportación con la marca Cinco Sentidos.

La bodega sigue creciendo y la familia también. Nuestros vinos están en más de 23 países. Con el legado de nuestro abuelo, que nunca perdemos de vista y nos proyectamos para impulsar nuevos desarrollos, variedades y estilos, preparando el ingreso de la cuarta generación familiar.